top of page
los geniales2.jpg
20220820_090221_0000 (1).png

LOS GENIALES

Es un libro de cuentos,  con ocho historias, donde los protagonistas son tres chicos superhéroes, que cuentan sus peripecias con gran humor, desde una  perspectiva muy especial. Viajan por diversos mundos y viven muchas aventuras.

Aunque Los Geniales no solo es un libro para entretener o generar conocimiento, sino también, incidir positivamente en las personas, promoviendo valores como la inclusión a través de la literatura.

¡Porque ser especial es genial!

Injustas fronteras del conocimiento

DAYANA BENAVIDES

El conocimiento es universal y debería ser valorado sin perjuicio de fronteras. Cambiar el lugar de residencia no diluye el saber ni la experiencia. Ser inmigrante supone muchos retos, uno de ellos es volver a empezar, porque al parecer, al cruzar las líneas invisibles que dividen países, se pierden los estudios realizado en un mar de trámites burocráticos.

Esas trabas, dificultan la inserción laboral, afectando gravemente el bolsillo, desvaneciendo los pocos ahorros que se pudieron rescatar al salir huyendo de la dictadura. Los logros a lo largo de la vida quedan en el olvido, bienes, títulos o experiencia laboral, porque no se pueden llevar en la maleta. Solo la ropa y ganas de vivir en libertad llegan al nuevo destino.

Entonces comienza la interminable carrera para tratar de seguir ganándose la vida en lo construido, pero el flamante gobierno dictador del que se huye, pone trabas en el papeleo y después, el país receptor exige reválidas, aranceles, legalización, traducción de documentos, y un sin fin de trámites, que son una tortura cumplir, porque el régimen lo hace imposible o porque no hay dinero para hacerlo, pues cada moneda se va en comida y techo.

Pero el tiempo no da tregua, los años pasan sin avanzar, sin lograr volver a usar el conocimiento o el título de la Universidad para mejorar la calidad de vida, pero solo hay trabajos para sobrevivir. Los médicos con suerte manejan Uber, los dentistas privilegiados venden productos por catálogo, las profesoras dichosas limpian casas, los contadores logran emplearse de dependientes en una tienda y el resto venden empanadas en las calles, cuidan carros o lo que salga.

Pero solo queda entregarse a una rutina motivada por la necesidad, con la esperanza de algún día volver a ejercer la profesión que se estudio. Sin embargo, cada día ese sueño se disuelve entre los dedos llenos de callos y el dinero cada día más escaso. Es un desperdicio de experiencia, habilidad y conocimiento que se diluye con la inmigración. 

Es una lástima, y más aún, entre hermanos latinoamericanos, donde todos comparten el mismo idioma y las mismas raíces culturales. Que avances tecnológicos, científicos y culturales se gestarían en los países poseedores de numerosos recursos naturales y sobre todo el inmenso capital humano.  Seriamos el gran mercado común latinoamericano, la nueva súper potencia. Pero hay muchos interes decididos a propiciar la desunión. ¡Qué gran tontería son las fronteras del conocimiento!

  • Instagram
  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • YouTube

Sigueme en Twitter @dayanabenavides

  • Facebook Negro Square

Sigueme en Facebook

bottom of page